Conservación de Productos

Volvemos hoy con una entrada bastante interesante para todas las potiadictas (y no tan adictas) porque ya que nos gastamos el dinero nos gusta que nos cunda un producto, que funcione y que su vida sea la más larga posible. Sin embargo, si no se tiene el suficiente cuidado no solo no durará el tiempo que debe, sino que el producto al no estar en sus plenas facultades no funcionará correctamente. Por eso os traemos unos consejos para que saquéis el máximo partido a vuestros productos y que sepáis leer el etiquetado correctamente.

¿Cuánto tiempo tiene de vida un producto cosmético? 

En primer lugar, todos los productos vienen con su fecha de caducidad y si no es así, fijaros en este tipo de iconos:

Este icono significa que, una vez abierto el producto, permanecerá en condiciones óptimas 3 meses (3M), 6 meses (6M), 12 meses (12M)… Un truco muy eficaz para que no se os olvide es poner una pequeña etiqueta o escribir directamente en el recipiente el mes en el que lo habéis abierto, o el mes en el que contando desde el que lo habéis abierto, va a caducar. Así no tendréis dudas ni tendréis que recordar la fecha en la que habéis estrenado el producto.

Normas generales de conservación.

- No utilizar los productos después de su fecha de caducidad.
- Cerrar bien los productos tras su uso.
- Los productos bifásicos o que contengan aceites, como son la mayoría de las bases de maquillajes fluido, esmaltes... es necesario mezclarlos bien antes de usar para que realicen su función correctamente.
- Conservar los productos en un lugar fresco y seco, alejados del sol.
- Nada de humedad. Los productos cosméticos no son nada amigos de la humedad, así que si tienes tus potingues en el mismo baño donde te duchas, lo más aconsejable es que los cambiaras a una habitación o cualquier otro lugar de la casa que no tenga humedad. En el caso de las esponjas, no sería la primera vez que tras comprarte esa famosa esponja tan deseada, coja moho, y es que no hay que olvidar que al igual que si metemos una prenda bikini o toalla mojadas y cerradas herméticamente en una bolsa, nos puede coger mal olor y crear hongos, nuestros cosméticos y utensilios también pueden. Así que cuidado con utilizar las esponjas, lavarlas y meterlas en el neceser, es importante secarlas al aire libre.  

Conservación en cremas, limpiadores, exfoliantes…

En el caso de las cremas o limpiadores sería ideal utilizar productos con dispensador para que pueda salir el producto que necesitas, sin manipular el resto.

Pero como no todos disponen de este tipo de salida del producto, puedes coger tu espátula, coges el producto y desde ahí puedes manipularlo con total tranquilidad. Eso sí, si sobra producto, no lo devuelvas al recipiente.

Conservación de esmaltes.

De sobra es conocido el truco de meter los esmaltes en el frigorífico para mejorar su conservación ¡y así es! Aunque si no te lo puedes permitir, puedes dejarlos simplemente en un lugar fresco y seco.  Además es importante limpiar bien los bordes antes de cerrarlo correctamente, agitarlos para que sus componentes estén bien integrados y tenerlos el menor tiempo posible destapados. No es recomendable añadir quitaesmaltes para recuperar tu esmalte, es mejor utilizar productos específicos para recuperar su estado por ejemplo: seche restore, apenas unas gotitas, mezclamos el esmalte y de nuevo, tendremos nuestro color favorito en perfectas condiciones.

Conservación de máscaras de pestañas.

Las máscaras de pestañas tienden a oxidarse constantemente y no se aconseja utilizar más de 6 meses (en algunos casos ni 3 meses). Lo ideal es limpiar bien el gupillón a la vez que se saca del recipiente dando giros, de esa forma evitaremos sacar e introducir varias veces el gupillón en el recipiente y la entrada de aire en nuestra máscara de pestañas. Recuerda que la entrada de aire significa que poco a poco nuestra máscara irá oxidándose y por tanto deteriorando nuestro producto.

Conservación especial para pieles acneica o herpes labiales.

Las pieles acneica o aquellas pieles que tienen algunos granitos deben tener extrema precaución. Los dichosos granitos están infectados de bacterias y si aplicamos un producto directamente sobre él, éste se queda infectado, produciendo gérmenes en el producto producto. Por ejemplo: si tengo un corrector tipo lápiz, o fluido con aplicador, lo ideal, no sería aplicarlo directamente sobre el granito, sino coger el producto con una espátula y desde ahí utilizar el pincel, que para eso están. Otro ejemplo sería si eres propensa a tener herpes labiales: coge tu espátula, coges un poco de producto y desde ahí lo aplicas con pincel. Puede parecer un poco engorroso, pero cuando te acostumbras, te das cuenta que merece la pena, y tus productos lo agradecerán. Los pinceles y las esponjas son los productos que pueden lavarse y desinfectarse sin problemas y es por eso que puedes utilizarlos sin problemas. Las manos son otra gran fuente de bacterias, además de la propia grasa que ellas mismas generan, lo que harán es aportarte más grasa aún a tu piel (por este motivo si tienes la piel grasa o mixta y utilizas las manos para maquillarte, ve buscando otra opción como esponjas o brochas).

Esponjas y brochas.

Hoy en día existen en el mercado muchísimos productos especiales para limpiar las brochas y esponjas. Quizás nos puedan parecen algo caros, pero merece la pena, porque la cantidad a utilizar es muy mínima ya que hace su función de limpieza perfectamente, pero además contiene diversos agentes que nos ayudan no solo a limpiar, sino a desinfectar nuestros utensilios. Recuerda utilizar agua tibia/caliente para limpiarlos con mayor facilidad y sobre todo, sin dañar tanto las esponjas o brochas. No frotes las brochas y pinceles en todos los sentidos, presionando excesivamente sobre los pelos, sino haz movimientos circulares suaves y respetando la dirección del pelo de la propia brocha. Utiliza una base de silicona, la palma de la mano nunca tiene suficiente poder de arrastre como para dejarlas totalmente limpias. Recuerda lavar tus brochas y esponjas al menos una vez a la semana, o una vez cada 15 días si no te maquillas mucho. Las brochas y pinceles contaminados pueden deteriorar tus productos y producir irritaciones en la piel. De todas formas, el tema de la higiene y usos de las brochas es bastante extenso, así que dejaremos lista otra entrada sólo y exclusivamente para este tema :)

 En breve, tendréis otras dos entradas sobre estos temas: como reconocer un cosmético en mal estado y cuanto tiempo duran los cosméticos ¡Así podréis tener más información! Espero que os haya gustado la entrada, y que os sea útil. Nos vemos por las redes sociales princesas :) Mil besazos!